viernes, 18 de febrero de 2011

m&m's

recientemente terminé de leer un libro sobre sadomasoquismo. tenía dibujitos n_n
la mayor parte la leí en transporte público, de modo que lo leí casi siempre distraído por múltiples factores, entre ellos música estridente, frenadas violentas o vueltas repentinas que me hacían repegármele al o la usuaria del asiento de al lado (casi siempre sin querer), lo que más me distraía, sin embargo, era el asunto este de los dibujitos sumamente explícitos que tiene el libro (n_n). tenía que ir tapando las páginas de las ilustraciones con la sección policiaca del periódico que siempre cargo para aparentar normalidad.

el libro está lleno de ideas interesantes, pero la verdad entre tanta distracción, mi mala memoria y mi leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenta capacidad de comprensión (apenas acabo de caer en cuenta de que nicole kidman y sus hijitos eran los fantasmas de virginia woolf), apenas puedo repetir tres o cuatro premisas de las chidas.
la verdad sólo una. se refiere a que huirle al dolor implica huirle también al placer, sencillamente por el hecho de que no tenemos órganos que experimenten exclusivamente uno o el otro. o sea, o estamos abiertos a percibir los dos, o ninguno.
es bastante elemental, igual que su relación con el sexo. el dolor y la violencia (en su acepción de ímpetu, intensidad y fuerza, no en la de hacer daño) no son algo que se pueda sustraer del acto sexual sin obtener resultados que vayan de lo lindo a lo aburrido:

aceptemos que la agresividad es un aspecto inherente de lo sexual, que no le puede ser eliminado y que no es un ingrediente 'perverso' y extraño.
el erotismo y la pasión se sofocan bajo la imagen prescrita de una sexualidad que es armoniosa, equitativa, con consideraciones hacia la pareja, y delicada...

me puse a revisar mi limitada experiencia, y estuve de acuerdo. no me llevó más de cinco minutos repasar las como 4 veces que he estado con un hombre y las como 5 que he estado con un hombre que no sea yo mismo. xD
y aunque nunca he hecho el asunto este de las cuerdas, las esposas, los látigos, sí he notado siempre una afición a morder y ser mordida. rasguños no porque luego vienen las malas referencias, que diego no se corta las uñas, que no sé qué.

hay algo en las cosquillas (son como cosquillas, right?, ya no me acuerdo) y sus ansias que roza en lo doloroso, igual que hay dolores que de repente dan como cosquillas. y no sólo 'down there', sino en general.

pero eso de las mordiditas es muy básico. está chido, pero básico.
no estoy diciendo que hoy mismo vaya a comprarme un látigo, unas esposas y una máscara de cuero, pero se me acaba de ocurrir que a lo mejor estoy más dispuesto a experimentar un poco más de dolor del que pensaba (placer no porque uffffffffffffffffff, cuánto placer he tenido, qué barbaridad).

después de todo, de qué me sirve tener esta piel tan suave que tengo si no voy a darles permiso a los muchachos de rasguñar y hacer dibujitos, o para qué quiero "este trasero firme y bien formado"

eso digo. la verdad es que me voy a quedar sentadote toda mi vida, engordando, viendo tele y comiendo m&m's genéricos y baratos

 
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