viernes, 16 de julio de 2010

Otra sobre Yo .

Somos muchos los centros del universo, somos muchos que necesitamos la atención de los demás; si no, morimos.u_U  ¿pero cómo sobrevivir entre sabe cuántos millones de egocéntricos que se la pasan robándonos la vital atención del mundo?

hay gente que se dedica al arte. hay gente que se dedica a ser bonita. hay gente que tiene dinero...
es verdad que no a cualquiera le funcionan, pero también es verdad que no son pocas las personas que consiguen atención a través de esos medios.

entonces, si a mí ninguna de esas cosas se me da, ¿qué hago yo para conseguir la atención del mundo?

el ridículo. xD

un ridículo bien hecho. uno para el que se requiere la dedicación de toda una vida. pero no un ridículo vulgar eeh! , predecible. yo soy dueño de unos ridículos auténticos, que saltan desde el escondite y en el momento más inesperado.

el otro día, por ejemplo, fui a comer a algún restaurante medio fino ubicado en la macroplaza. entre que ordenábamos las bebidas, luego la comida y que traían lo que traen antes de la comida pero que también es comida y toda esa logística que gira en torno a comer en un restaurante medio fino, pasó que cada vez que el camarero se acercaba a nuestra mesa coincidía con que yo estaba diciendo/haciendo alguna pendejada.
me quejé porque pensé que le atinaba y le atinaba a pasar cuando yo presentaba dicho comportamiento (decir/hacer alguna pendejada). luego me di cuenta de que en realidad paso más tiempo diciendo/haciendo pendejadas que el que no. y pobre mesero, se tuvo que chutar unas cuantas...
Como todo un señotiro (a) y que aún conserva la ilusión de encontrar al amor de su vida en el baño de un restaurante medio fino.
 Fui... (¡adivinen a dónde!)... al baño. no había amor de mi vida, pero había tazas. cuando volví a la mesa, me senté y continué con el maratón de pendejadas, es decir, con mi vida normal.

terminamos de comer y caminamos hacia el centro de GDL. yo iba bien a gusto, me sentía pleno. acababa de comer, acababa de tomarme una cerveza, acababa de decir babosadas a mis anchas frente a un público cautivo.
me metí las manos a las bolsas del pantalón y caminé acompasadamente, con mis lentes oscuros, mi camiseta negra rockstarosa, con toda mi coolness, con toda la cockiness que a veces tengo.

era una buena tarde. la gente me volteaba a ver. lo importante, los muchachos me volteaban a ver. pensé que finalmente mis pendejadas -que por supuesto seguía pregonando- estaban surtiendo efecto más allá de mi pobre público cautivo. después de caminar media plaza siendo el centro del universo , lo sentí.

una corriente de aire fresco se coló por mm... se coló.
miré hacia abajo y vi que sí, lo que cualquiera habría descubierto hacía unos 30 o 50 metros era verdad. tenía el zipper abajo.

calzones o trusa como sea (eso si calvin klein :p )  pero del rojo más brillante que se les pueda ocurrir. OMG! o.o en la plaza en fin de semana.... todavía hubiera sido en lunes por la mañana. u_U la vida es así.

y yo con las manos en las bolsas, seguramente iban a pensar que las llevaba ahí para que se abriera más el asunto y se viera más de mi ropa intima diabólica (por lo rojo). de seguro ya me iban a llevar a la delegación por faltas a la moral, de seguro me iban a meter a la cárcel porque no tenía dinero para la fianza, de seguro iba a conocer al amor de mi vida en el baño de una prisión *___*

y luego... pasó un chiquillo como de tres años llorando y gritando "mamáááááááá".
escuincle perdido tarado, ¡¡me robó mi tarde!!
y con ella, la atención de toda la gente y los guardias que se pusieron a encontrarle mamá. chaaaaaaaaaaaaa... para la próxima me dejo el zipper abajo y me pongo a llorar y gritar, a media plaza, "noviooooooooooooooooo", a ver si me consiguen algo.

ya me enojé, ya me voy. hum!

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